Personajes entrañables II marzo 30, 2009

Meg Griffin de Padre de Familia

Este personaje de 17 añitos creado por Seth MacFarlane cuando estaba estreñido (o algo así seguro), en la serie de dibujos Padre de Familia, más que entrañable, me da un poco de rabia porque representa a la típica adolescente norteamericana fracasada que no tiene ninguna motivación en la vida más que convertirse en alguien popular y salir con tios que la odian. Por su conducta, como ya he dicho antes de fracasada integral, es el blanco de los chistes más crueles de la serie.

Empecemos hablando de su vida en la familia Griffin. A estas alturas de la serie ya se sabe que Peter no es su verdadero padre y por este motivo es tan cruel (Mentira XD, dan ganas de meterse con ella según la ves). Sus hermanos Stewie y Chris y su perro Brian, al que ya acosó sexualmente como una loca enferma en el episodio Casi Legal, tratan de evitarla a toda costa. Su padre se ríe de ella constantemente, la pega el culo a la cara y mocos en el gorro. Y su madre…más bien pasa de ella aunque en algún episodio parece que hace el esfuerzo por intentar comprenderla.

 

La dejaron olvidada en el capítulo La selva del amor cuando Chris viaja a la selva para huir de sus problemas. No es de extrañar que lo volvieran a hacer, ya que en el capítulo Petergeist acuerdan que si tienen que dejar a uno de sus hijos para salvar a otro, ésta sería Meg. Incluso cuando se ahoga en el episodio La hija de Peter, comienzan a ponerla verde cuando Peter piensa que está durmiendo la siesta bajo el agua, ya que la había pedido que rescatara sus cervezas y de paso le hiciera un sándwich mientras la casa se inundaba.

Tal es el desprecio que ni sus padres saben cuantos años tiene en el episodio Peter tiene dos padres. Ni los peluches de su cuarto la quieren, ya que en un episodio, cuando va a sacar uno de sus vídeos sus muñecos huyen por la ventana, al ver que su favorito el Oso Amoroso (o algún nombre repugnante de esos) también huye, decide llamarle con cara de pena y éste prefiere suicidarse tirándose a la carretera cuando pasa un camión.

Pasemos a hablar de sus intentos de encajar socialmente y ser aceptada. En más de una ocasión Meg intenta hacerse amiga de los chicos más populares del instituto, cosa que no entiendo porque a veces sale con un grupo de amigas (orcazos todas, pero amigas al fin y al cabo). A la desesperada a cometido locuras como entrar en una secta donde los chavales estaban castrados en Chitty Chitty Bang Muerte.

Entró en un grupo de lesbianas a pesar de ser heterosexual y zoofílica (repito, se intenta tirar a Brian).

Sus amores y desamores no dejan a una indiferente.

• Empecemos por  Neil Goldman, un retraído que está más desesperado incluso que Meg, al que besó en un episodio por la desesperada situación de estar a punto de morir.  El tipejo no hace más que acosarla, espiarla y grabar las escenas en vídeo y después mandárselas  en una cinta VHS. En una ocasión, la familia de Neil llegó a comprarla 8 sencillas reglas para comprar a mi hija adolescente, saldando así la deuda que Peter tenía en la farmacia Goldman.

• Estuvo saliendo con el extraño alcalde de Quahog, Adam West, al que conoció trabajando en su despacho. El alcalde West tuvo que acabar la relación ya que él es un cargo público y terminarían dañando a Meg (es lo mas sensato y menos raro que he visto hacer a ese tío en toda la serie).
• Salió con un chico nudista, hijo de un vecino que salvó Peter de morir ahogado. Al principio sus padres no aprobaron la relación pero al final terminaron jugando todos en bolas a un juego de mesa, no se que fue de ese chaval.
• Intentó conquistar sin éxito al hijo de su vecino Joe, Kevin, pero éste pasó de ella sin mostrarle mucho aprecio, aunque en un episodio terminan presentándose y dejando un paréntesis abierto (pero vamos que no pasó nada).

• En el capítulo en el que les da por ser abstinentes sexuales Ábrete de orejas (mira que son raritos) conoce a un chico  que se la tira por la oreja, ya que son abstinentes, y cuando reciben el discursito de que el preservativo esta muy bien y tal y deciden tener relaciones sexuales en condiciones, no metiéndola en la oreja, el chaval la ve desnuda y se larga corriendo.
• Sale también con el médico residente que la atiende cuando está en coma en La hija de Peter, pero Peter se opone por miedo a que la hagan daño, el chico la deja, Meg dice que está embarazada, el chico quiere hacerse cargo y casarse con ella y cuando la viene la ruler y le dice que no está embarazada le falta tiempo al chaval para salir corriendo de la iglesia.
• Un chaval prefirió clavarse unos clavos con una pistola a salir con ella cuando ésta se lo pide.
• Otro mata a su hermano para tener que ir al funeral y no salir con Meg.

Estado mental:

Hemos podido ver en la trayectoria de la serie que Meg no está muy bien de la azotea, o que vuela sobre el nido del cuco. En una ocasión fingió que escribía una carta a su novio imaginario “Querido mi novio: las flores que me regalaste de verdad son muy bonitas lo mismo que dijiste de mí” XD.

Alardeó de conocer al príncipe Guillermo (me parece que se refería al de las fiestas) mientras reía y lloraba a la vez.

Intentó violar a Brian (se que soy pesada con este punto pero es muy fuerte hay que verlo).

 

Su momento estelar:

Parece mentira pero en un momento de la serie, Meg deja de ser repugnante y pasa a ser popular, querida y famosa. En el capítulo No me transformes, Meg cambia completamente de imagen y forma un grupo de música familiar. La invitan al programa de televisión Saturday Night Live!  y pierde la virginidad con Jimmy Fallon en directo sin que ella lo sepa. Entonces se le baja la fama y vuelve a ser la Meg inadaptada de antes.

 

 

Su papel en las películas:

Tiene un pequeño (y tan pequeño) en la versión de Star Wars en el que es un monstruo de un solo ojo que aparece mira hacia los lados y se agacha (mejor óscar a la actriz revelación).

 

En la película en la que Stewie viaja al futuro se ve como Meg cambia de sexo y pasa a llamarse Ron.

Para ser un personaje penoso tiene mucho tirón y nos hace pasar muy buenos momentos, aunque sea a su costa.